En las murallas de Larache, a las afueras de su medina, los visitante observan los cañones del ‘Fuerte de la Victoria’, que declaran su firmeza que han resistido durante siglos, frente a los adversarios del tiempo y la naturaleza, pero ahora se enfrentan a la ruina.
Y es que Larache se asoma a la desembocadura del río Lucus, que lucha contra las poderosas olas del Océano Atlántico como hacen sus históricas murallas.