En Marruecos el café no se populariza hasta el siglo XIX y empieza conocido como café moro, herencia del Imperio Otomano.
Las cafeterías se popularizan con la presencia mayoritariamente masculina en las calles principales donde se asientan comercios, tiendas y bazares.
Los cafés son un espejo del patrimonio cultural e histórico del país pues cuentan historia de las ciudades y arrojan luz sobre la sociedad del momento.