El Hospital de Tánger inspeccionado ante la grave situación sanitaria que vive Marruecos
El Ministerio de Salud y Protección Social envió un comité a una visita sorpresa al Hospital regional Mohamed V de Tánger, en medio de crecientes críticas sobre la calidad de los servicios de salud en varios centros públicos.
La visita formó parte de una misión de inspección para apoyar la implementación del nuevo modelo del grupo territorial de salud.
La cita, realizada sin previo aviso a la administración del hospital, incluyó servicios vitales como urgencias, obstetricia y pediatría.
La misión de inspección también incluyó hospitales de Beni Mellal, Fez, Marraquech y Agadir.
Esta visita es la primera de este tipo desde la implementación del nuevo modelo estructural de grupos territoriales de salud.
La región Tánger-Tetuán-Alhucemas fue elegida como la primera zona para implementar esta experiencia, como parte de la reforma vinculada a la expansión de los proyectos de protección social.
El Hospital regional Mohamed V es uno de los mayores gestionados por el Ministerio en la región, tanto en términos de número de pacientes como de la naturaleza de los casos que recibe, especialmente dada la creciente presión sobre otros centros regionales.
El Hospital Mohamed V es una ubicación complementaria con el Hospital Universitario de Tánger (CHU), que goza de un estatuto jurídico particular como institución pública de carácter hospitalario, formativo y de investigación, lo que plantea retos adicionales en términos de coordinación y recursos.
Protestas por la situación sanitaria en todo Marruecos
En Agadir, tras las protestas por el deterioro de las condiciones sanitarias en el Hospital Regional Hassan II, el ministro de Salud y Protección Social, Amine Tahraoui, decidió relevar de sus funciones al director del hospital local de Azemmour.
Estas decisiones se producen en medio de una ola de protestas que ha azotado varias ciudades marroquíes en los últimos días, denunciando el deterioro de las condiciones en los hospitales públicos, incluyendo la falta de servicios básicos, largos tiempos de espera para las citas médicas, escasez de medicamentos y equipos, en conjunto, una precaria infraestructura sanitaria.
Las protestas comenzaron en Agadir y se extendieron a ciudades del norte y Oriemntal como Nador y Driuch, además del Rif, en Taunat, incluyendo Esauira, Mequinez, Beni Melal, Settat, Tiznit y Tata. Estas protestas fueron prohibidas en algunas zonas y se registraron detenciones entre los participantes, según la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH).
Estas protestas son una clara expresión del descontento ciudadano con la mala calidad de los servicios de salud.
Según estadísticas de 2022, Marruecos cuenta con 37.376 enfermeras, que abarcan diversas especialidades, desde auxiliares hasta técnicos sanitarios, lo equivale a menos de 15 enfermeras por cada 10.000 habitantes, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) exige al menos 60 enfermeras por cada 10.000 habitantes para garantizar una atención de calidad.
Este importante déficit implica que una enfermera marroquí a veces tiene que asumir las tareas de cuatro, lo que afecta negativamente a la calidad de los servicios en los centros sanitarios, en un momento en que, paradójicamente, muchos graduados de institutos superiores y escuelas de Enfermería se enfrentan al desempleo.
La Organización Marroquí para la Enfermería (AMO) confirmó que el sistema sanitario adolece de múltiples deficiencias en la gestión, organización y recursos humanos, así como de la presencia de funcionarios que carecen de la cualificación necesaria para asumir puestos directivos.
También destacó la necesidad de revisar el presupuesto asignado al Ministerio de Salud, dada la importancia de este sector que es vital en la sociedad.
Texto: Jesúa Cabaleiro