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Sociedad

Día Internacional del Café y Cafés Carrión de Tetuán

El Día Internacional del Café se celebra cada 1 de octubre desde el año 2015. Es una jornada en la que la Organización Internacional del Café (ICO, siglas en inglés) aprovecha para reivindicar el trabajo de todas las personas que contribuyen en su proceso de la elaboración.

El café es una bebida universal. Se calcula que al año se sirven unas 400.000 millones de tazas en todo el mundo.

En el siglo XVI se abrieron los primeros establecimientos públicos de café en Constantinopla, Grecia, Siria y Persia, lugares donde los viajeros europeos lo conocerían y ya en la primera mitad del siglo XVII la apertura de cafés en ciudades con gran actividad comercial como Venecia, Marsella o Londres.

Los países nórdicos son los mayores consumidores, con una media de 12 kilos por persona al año en Finlandia, Noruega 9,9, Islandia 9; Suecia 8,2 y Dinamarca, 7,4. Mientras, en España, hay un consumo medio anual de 4,5 kilos por persona, en Portugal, 4,3. En  Italia (5,8), Francia (5,1) y Grecia (5,4).

En Marruecos, el Día Internacional no se celebra a nivel nacional aunque el café tiene una marca líder con herencia española, Cafés Carrión, que está a punto de cumplir un siglo. Fue creada por un español, Manuel Carrión López, en 1924 en Tetuán, entonces capital del Protectorado español. Es el más antiguo café torrefacto existente en Marruecos. 

En sus locales la palabra café se mezcla con sabor y alta calidad. Se trata de un auténtico oro negro, un café delicioso y original que se saborea.

Hay que recordar que beber una taza de café al día protege contra la enfermedad.

Un estudio señala que el consumo de café brinda protección contra los virus, e incluso entre algunas personas que se sabe que lo han contraído, los investigadores creen que el café contiene fitoquímicos que promueven la salud y que pueden aumentar la fuerza del sistema inmunológico.

El estudio destacó que el café contiene cafeína y antioxidantes, que se cree ayudan a reducir la inflamación que puede dañar el hígado, y estas dos sustancias se encuentran en niveles altos en el café molido. Además, mejora la memoria, disminuye el cansancio y la irritabilidad.

Por último mencionar las palabras del poeta palestino Mahmud Darwish (1941-2008) en su libro autobiográfico ‘Memoria para el olvido (1982)’, donde recuerda su cotidiano rito de beber café: “El café no se bebe de prisa, el café es hermano del tiempo, se bebe despacio, el café es el sonido del gusto, el sonido del olfato, el café es meditación y penetración en el alma y los recuerdos”.

Una década atrás, incluyó en su libro ‘Amarte o no amarte (1972)’, el poema ‘Sirhán toma café en una cafetería’, exteriorizando su ostensible pasión por la bebida. “Quiero sentir el aroma del café. Solo eso. Solo quiero el aroma del café. El aroma del café para controlarme, para erguirme, para dejar de arrastrarme y ser”, añadiendo: “porque el café, la primera taza de café, es espejo de la mano. Y la mano que lo prepara revela el carácter del alma que le infunde el movimiento”.

En el poema ‘A mi madre’ también señala: “Añoro el pan de mi madre. El café de mi madre….”

Texto: Jesús Cabaleiro