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La importante presencia política en la junta directiva del Ittihad Riadi Tánger

El club Ittihad Riadi Tánger (IRT) cuenta con una importante presencia de políticos en su junta directiva lo que ha generado debate en la ciudad del Estrecho. El actual presidente, Abdelhamid Abarchan, fue reelegido para encabezar su directiva el pasado 29 de marzo de 2021.

No es la primera vez que hay presencia de políticos dentro de la presidencia y junta directiva del club. El más destacado es el presidente Abdelhamid Abrachan (presidente del Consejo Laboral de Tánger Asilah) y uno de los rostros electorales más destacados del partido Unión Constitucional (UC), antes de que cambiara de destino, tras el encuentro con Aziz Ajanuch, para la Reagrupación Nacional de Independientes (RNI).

Además, el primer vicepresidente y portavoz oficial del equipo, Hassan Belkhaider es uno de los rostros de oposición más destacados dentro del Ayuntamiento de Tánger, y vicepresidente del Consejo de la Prefectura de Tánger-Asilah.

También está como secretario general adjunto, Abdel Salam al-Aidouni,  (teniente de alcalde del PJD en Tánger a cargo del sector de preservación y protección de Salud, Tráfico y Transportes).

Es conocido que  históricamente el IRT ha tenido presidentes como: Abdelsalam al-Arbaeen, Mohamed Buhriz, Abdelhaq Bakhat, Mohamed al-Khamsi, el difunto Boras, Amin Asofi, Ibrahim al-Dhahabi, el difunto Mahoma al-Amin al-Khassi, Adel Al-Dafouf, Abdelhamid Abrachan, todos ellos, pasaron por partidos políticos y participaron en elecciones.

Por su parte, el portavoz oficial del IRT, Hassan Belkhaider, cree que la presencia de estos políticos supone un añadido al club, sobre todo porque la gestión deportiva se basa en la experiencia y práctica, con una mezcla entre política y deporte, ya que así ‘Los Caballeros del Estrecho’ están en el centro de sus acciones.

Jefes de la política y del club

Todos los presidentes del IR Tánger tenían relación con la política, participaron en elecciones y asumieron responsabilidades dentro de las instituciones. En cuanto se mencionan los nombres que pasaron por la presidencia de Tánger, se observa la relación entre política y el club.

Eso se recuerda durante el periodo del ex presidente del IR Tánger, Abdelsalam Al-Arbaeen, cómo se utilizaron las consignas del equipo en la campaña electoral del Partido de Istiqlal, Independencia (PI).

Respecto a la nueva directiva, las reacciones ​​varían entre los que le dan la bienvenida y el disgusto por algunos de los elegidos. Hay quienes ven la explotación del club en aspectos que nada tienen que ver con el deporte, considerando que hay una fuerte presencia de lo que se denominan ‘organismos electorales’, la mayoría de ellos pertenecen al partido que pertenece al presidente del club, Abdelhamid Abarchan, que ahora es el RNI.

Situación deportiva

No obstante, todo apunta a que el IR Tánger sufrirá esta temporada, sobre todo porque lleva cinco derrotas, -un empate y cinco victorias-.  Si el equipo sigue esta trayectoria, la directiva puede pagar un gran precio si coincide con la campaña electoral, por lo que esperan que el equipo esté lejos de los puestos de descenso y tenga una buena temporada, cuando lleguen las elecciones parlamentarias.

Precisamente, el último partido lo ganó a domicilio 1-2 ante el RS Berkane por lo que ocupa la sexta plaza en la clasificación de la Botola Pro, con 16 puntos  tras 11 partidos disputados. El próximo encuentro será el domingo 18 también en casa ajena ante el DHJ El Yadida.

Por otra parte, la lista de directivos también incluyó un grupo de nombres que se consideran ajenos a los asuntos políticos, entre ellos, Rashid Hosni, quien es conocido por su apoyo al campo deportivo local, así como el abogado Mohamed Akkaz, que está lejos de la política, y Anas al-Sahli, el resto de nombres no tienen una gran reputación deportiva en la ciudad.

No obstante, el teniente de alcalde responsable de Deportes, Aziz Samadi (Partido Justicia y Desarrollo), estuvo en un previo intento de entrar en la directiva pero se consideró que se iba ser más un censor político que alguien vinculado al aspecto deportivo.

Directiva sin proyecto

Sobre el programa de gestión anunciada por la directiva, se plantean muchas preguntas al respecto, entre ellas, cómo anunció el presidente los nombres de su directiva sin anunciar antes su proyecto, ni tampoco explicó las responsabilidades de cada miembro de  la directiva. ¿Qué fue lo que se presentó como programa de la junta directiva? ¿Qué se hizo al respecto? Lo que lleva a la pregunta, ¿el proyecto y programa funcionan o son aleatorios y caprichosos? Especialmente porque el club sufre una  gran variedad de cambios, como se ha visto con los entrenadores que han pasado por el banquillo así como los cambiantes sueldos de los futbolistas.

El anuncio del estatuto para la directiva se produjo con un retraso de más de tres meses antes de la asamblea general. El número de miembros de la directiva equivale a la mitad de los miembros que asistieron a la última asamblea general, que tuvo lugar el 22 de diciembre de 2020, con cerca de 54 miembros, por lo que el número de miembros de la directiva llegó a 26 miembros.

De carácter político

Por su parte, y en los comentarios sobre los nombres de la nueva directiva, al mirar con un ligero vistazo la composición de la nueva directiva del IR Tánger, queda claro, más allá de toda duda, que prevalece la política de consentimiento y favoritismo, por no hablar de su carácter puramente político.

La mayoría de los directivos no vienen con nada nuevo, algunos de ellos no tienen nada que ver con el deporte, y un grupo son del mismo partido que el presidente, lo que le da a la lista más un carácter electoral que deportivo, destacando que algunos miembros son personas que están vinculadas al deporte únicamente por limitados intereses personales.

La junta directiva es una mezcla de empresarios, políticos y comerciantes, que confían que esta temporada vaya todo bien en el aspecto deportivo.

El proyecto del club depende del futuro político del presidente

El periodista deportivo Mohamed Al-Bashir Al-Ajouq, de Sports Media, cree que sería inaceptable decir que el equipo dl IRT está lejos de los partidos políticos, por lo que basta con mirar la composición reciente de la nueva junta directiva encabezada por Abdelhamid Abrachan para asegurar, más allá de toda duda, que los Caballeros del Estrecho están en el centro de la acción política y sus relaciones.

El IRT no es una excepción. El fenómeno del matrimonio forzado entre la política y el deporte más popular, la identificación del fútbol en todo el mundo es conocido por la mayoría de los clubes nacionales (con algunas excepciones), donde el balón en cada elección se convierte en un puente para comercializar caras ‘nuevas’ y una herramienta para expandir su base de seguidores y asegurarse de que lleguen al mayor número de votantes con la esperanza de ganar sus votos.

El matrimonio existente entre la política y el deporte es un arma de doble filo. Desde su aspecto positivo, afirma Al-Bashir Al-Ajouq, el equipo dirigido por un influyente político o que incluye entre sus miembros una representación política se beneficia de las complejas relaciones que tienen, de manera que se asegura qu obtenga algunos privilegios, ya sean materiales u otros. Es bien sabido que la mayoría de los clubes dependen de sus ingresos, y por ende de la influencia de los directivos de estos clubes puede ser uno de los factores para determinar el porcentaje de estas subvenciones. Así, el IR Tánger, obtiene casi la mitad de su presupuesto anual de tres instituciones (Ayuntamiento, Consejo de Empleo y Consejo Regional).

El periodista deportivo destacó que la influencia del político y sus relaciones también permiten abrir canales de comunicación con las instituciones económicas, con el fin de obtener asesoramientos importantes apoyos económicos.

En cuanto a los aspectos negativos de la presencia política en el campo deportivo, el periodista deportivo lo resumió en dos puntos básicos: el primero, que el equipo puede ser víctima de un conflicto político, por lo que se pueden cerrar apoyos y encontrarse frente al ‘veto’ de otros partidos diferentes, y el segundo, es que el equipo no es una institución autónoma. Un equipo vinculado a tal o cual persona, y no a un proyecto de club, sobre todo a largo plazo, pasa a depender de los éxitos políticos del presidente y, por tanto, cualquier revés puede significa un inevitable fracaso.

El primer vicepresidente del IR Tánger, Hassan Belkhaider, sostuvo que la junta directiva era muy normal, lo que indica que es casi la misma de la temporada pasada, destacando que el presidente intentó preservar y apoyar sus pilares de la gestión deportiva, conjugando experiencia y práctica.

Respecto a lo que se está diciendo sobre la exclusión de algunos nombres, especialmente los de opositores políticos, Belkhaider destacó que no hay exclusión, y que Aziz Samadi (teniente de alcalde de Tánger perteneciente al Partido Justicia y Desarrollo) pasó a la dirección de otro equipo local.

El portavoz oficial del IR Tánger no dejó de recalcar que la participación del político en el deporte supone un añadido, no lo contrario.

Texto: Jesús Cabaleiro