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Cultura

Rehabilitación urbana del patrimonio cultural en la región Tánger-Tetuán-Alhucemas

La región Tánger-Tetuán-Alhucemas prosigue con la implementación de proyectos de desarrollo y programas de rehabilitación urbana para el patrimonio cultural material e inmaterial de la región, en el marco de la región y en el contexto del ‘Gran Tánger’.

Programas de rehabilitación y valorización de las medinas del norte  y el programa específico para Alhucemas, como Faro del Mediterráneo, que  incluyen varios ejes relacionados con temas culturales, a través de la rehabilitación de monumentos, la creación de nuevos equipamientos culturales y la restauración de elementos de referencia.

Así, se puso en marcha un programa complementario para rehabilitar y poner en valor la medina de Tetuán con una dotación financiera de 350 millones de dírhams (33,4 millones de euros), además de cinco acuerdos multilaterales para la rehabilitación de las antiguas medinas de Chauen, Uezán, Alcazarquivir, Larache y Tánger, con un coste total de 1860 millones de dírhams (177,8 millones de euros).

A nivel de Tánger, se rehabilitaron y recuperaron un número importante de monumentos históricos y elementos que estaban en un estado de abandono, entre ellos Villa Harris, ahora convertido en museo, la conversión de la torre Dar El Baroud en un espacio de exhibición de las fortificaciones militares de Tánger y la transformación de la torre Dar El Naam en museo del histórico viajero tangerino Ibn Battuta.

También la inauguración del espacio cultural Riad Al-Sultan e inicio de la restauración y rehabilitación de dos monumentos de herencia española la llamada por los tangerinos ‘Plasa Toro’ y el teatro Cervantes.

En esta zona histórica, repleta de patrimonio material e inmaterial, los organizadores del programa de rehabilitación y puesta en valor de la medina de Tánger (2020-2024) quieren fortalecer el atractivo turístico y económico de la medina, donde se restableció el histórico Funduq Hotel Dar Al Dbagh (cerca de la histórica puerta sur de la medina, Bab dar Dbagh), que le dio un papel en la reactivación de la vida social y económica. En la medina después de perder su brillo y olvido en los últimos 70 años, el edificio se prepara, junto al mercado, para exhibir un modelo, con una administración moderna y atractivas galerías.

El mismo interés se ha extendido a la Biblioteca Abdullah Kanon de Tánger, en el marco de un acuerdo multilateral, para que sus contenidos de referencia sean valorados, desarrollando su digitalización en el futuro, dado que el trabajo cultural constituye una pieza fundamental y parte del desarrollo integral y de la educación en valores de  ciudadanía.

También destacar y valorar la medina, en concreto, la llamada ‘Casa de la acusación’, la mazmorra de la Kasbah construida en la etapa del sultán Mulay Ismail, diferentes hoteles, así como los cines Alcázar y Mauritania, el mausoleo de Ibn Battuta, el Instituto Judío y varias torres históricas de la Kasbah.

Las operaciones de rehabilitación también afectaron al famoso e histórico Café Hafa que ha cumplido un siglo, las tumbas púnicas, necrópolis fenicia, el balcón de la Torre Borj Hajoui, herencia portuguesa, con vista al puerto y el edificio Renschhausen en la plaza junto al puerto, que fue construido a partir de 1905 y representa uno de los inicios del desarrollo urbanístico de la ciudad, desde la zona portuaria, así como la rehabilitación y estabilización de viviendas ruinosas y en mal estado en el casco antiguo de la ciudad del Estrecho.

En el mismo contexto, se puso en marcha el proyecto de rehabilitación de la plaza de toros, la conocida por los tangerinos como ‘Plasa Toro’, con el objetivo de dar nueva vida a este coso taurino, único en Marruecos, que encarna el pluralismo y la historia que caracterizó en su momento a la ciudad internacional Tánger.

La plaza de toros se transformará en un espacio de dinamización económica, cultural y artística, con un mirador al aire libre dedicado a revivir una variedad de artes,  con una capacidad de 7.000 asientos, además de una sala de exposiciones, restaurantes, tiendas culturales y otras instalaciones, además del emblemático escenario al aire libre.

En la zona de la Kasbah, se inauguró el espacio Cultural y Artístico ‘Riad Al-Sultan’, que es uno de los edificios antiguos más famosos de Tánger, que se benefició de la financiación para su reparación y renovación, y que se unirá a la lista de instituciones encargadas de enriquecer la acción cultural abierta en la ciudad del Estrecho.

Los proyectos culturales de Tánger, que se están actualizando o en marcha, reflejan la preservación de la identidad pluralista de Marruecos en general, y de la ciudad de Tánger en particular, una ciudad en que se fundieron civilizaciones y convivieron culturas y naciones, en especial en la etapa internacional.

Estos programas también buscan preservar el patrimonio de Tánger, ciudad de un millón de personas que con estos proyectos de rehabilitación cultural tiene como objetivo preservar sus monumentos más famosos así como la memoria de escritores y personas famosas que pasaron por ella.

Alhucemas

A nivel de la región de Alhucemas, se fortaleció la infraestructura cultural en el Gran Teatro, Conservatorio y el Centro Mediterráneo del Mar en la ciudad de Alhucemas.

Estos proyectos culturales cualitativos tienen como objetivo hacer de la cultura una palanca para el desarrollo de Alhucemas y las localidades vecinas, en línea con los objetivos perseguidos por el programa de desarrollo Alhucemas faro del Mediterráneo.

Tetuán

Por su parte, Tetuán, ciudad que es verdaderamente una joya arquitectónica, continúa el interés para renovar su histórica medina y restaurar el brillo y esplendor de una época, así como preservar el encanto y auténtica nobleza que alberga.

La medina de Tetuán, catalogada como patrimonio mundial por la Unesco desde 1997, una nueva etapa. El programa complementario (2019-2023) para la rehabilitación y valorización de esta joya urbana, ubicada a los pies de los montes Dersa y Gorgues, se basa en tres ejes representados en la preservación del equilibrio cultural en la urbanización de la medina, su integración en el tejido urbano y la inversión con la reactivación del desarrollo y fortalecimiento local provocando el atractivo turístico y económico.

Con una inversión de 350 millones de dírhams (33,4 millones de euros), este programa complementario, es una extensión del anterior programa de rehabilitación de la medina de Tetuán (2011-2014), que se completó con un coste económico de 315 millones de dírhams (30,1 millones de euros) y benefició a unos 26.000 habitantes.

Los programas permitirán que la medina presente una nueva cara que conserve su auténtico carácter, sus tradiciones ancestrales y sus características urbanísticas y arquitectónicas que la hacen única, siendo motivo de orgullo para los habitantes de Tetuán.

Además convertirá a la medina en una palanca para el desarrollo e incentivar las actividades económicas y turísticas, al tiempo que contribuye al asentamiento de sus residentes y estimula el dinamismo económico.

La atención especial otorgada a las medinas de las ciudades del norte y su patrimonio cultural, no se queda solo en Tetuán, sino que también abarca a Chauen, Uezán, Alcazarquivir y Larache, además encarna el importante papel como vínculo entre los dos culturas y el legado marroquí y andalusí, lo que sin duda, contribuirá a fomentar la cultura y fortalecer el dinamismo económico.

Además, los programas de rehabilitación que incluyen las estructuras históricas y culturales de las ciudades del norte aspiran a preservar la autenticidad de su patrimonio, invertir en bienes culturales e infundir un nuevo impulso al desarrollo social.

De hecho, las infraestructuras culturales, las medinas con su arquitectura propia, están recuperando gradualmente el pasado esplendor, preservando el original equilibrio arquitectónico y patrimonial urbano.

Estos programas de inversión pública, a los que se han destinado miles de millones de dírhams, han permitido, en un corto período de tiempo, reparar el retraso registrado a nivel de estructuras culturales, y renovar el tejido urbano de las históricas medinas para que sirvan para el desarrollo haciendo girar la rueda de la economía local, que depende en una parte importante del sector del turismo cultural.

Texto: Jesús Cabaleiro