Diario Calle de Agua

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Sociedad

La huella española del mercado central de Larache se mantiene

Larache sigue sufriendo problemas en sus monumentos históricos de la etapa española del Protectorado, el último, las actuaciones  en el mercado central, en el centro de la ciudad.

Debido a cierta presión mediática y de la sociedad civil, el Ayuntamiento se retractó  de su decisión de autorizar la creación de un escaparate para una nueva tienda que hubiera distorsionado la fachada del mercado central. La decisión de las autoridades  de detener el derribo de la fachada, fue gracias a los intelectuales y los vecinos de Larache, ya que el proceso modificaba el original.

Los materiales de construcción fueron reemplazados por materiales modernos que no se usaban en el momento de la creación. La construcción del edificio del mercado central, tiene un valor histórico dentro del patrimonio arquitectónico de la ciudad.

Este hecho motivó a que se hiciera un llamamiento para clasificar los monumentos históricos de Larache dentro de la lista de patrimonio nacional marroquí, y así evitar que se especule con los mismos, en este caso, el mercado central es uno de los símbolos de la ciudad y de la presencia española, siendo uno de los más antiguos de Marruecos, con una estética arquitectónica única, con una clara ubicación estratégica, en el centro de la ciudad, formando parte de los edificios que forman parte del llamado estilo colonial ‘Morisco Ibérico’ que distingue a Larache.

Historia

Históricamente, Larache fue pionera en la creación de nuevos mercados, en una etapa donde la Rabat prevalecía. A principios del siglo XVIII, el sultán alauí, Sidi Mohamed bin Abdullah, Mohamed III (1710-1790) ordenó la construcción del pequeño mercado, que incluía numerosos comercios y comercios que vendían todo tipo de bienes y mercancías.

Después, ya en la etapa española de que en Larache, crearon una nueva área fuera de las murallas de la ciudad antigua. En 1924, se dio el inicio a la construcción del Mercado de abastos o Plaza de Abastos pero en 1925 se pararon siendo retomadas en 1927 bajo la dirección del ingeniero León Urzaiz, quien realizó algunos cambios en el modelo definitivo del edificio, hasta que finalizaron sus trabajos en 1928, abriendo sus puertas al público hasta el día de hoy. Ocupa una manzana entera del llamado Ensanche español de Larache.

La construcción del nuevo mercado corrió inicialmente a cargo del arquitecto Andrés Galmes Nadal (1896-1970), quien también diseñó una serie de chalés en la entonces avenida Reina Victoria (actual Mohamed V).

El hermoso edificio del mercado se llama eufemísticamente ‘La Alhambra de Larache’, debido a su inspiración con el famoso palacio de Granada, patrimonio de la humanidad.

Se convirtió en un edificio arquitectónico con una ingeniería distinta y un elegante carácter morisco con una extensión de 3600 metros cuadrados.  De hormigón armado forma galerías con un núcleo central, con teja verde y cornisas.  Los arcos de las columnas nazaríes y las galerías de ventanas permiten la entrada de luz al interior.

El investigador en la historia de Larache, Mohamed Azali, sostiene que el objetivo era acabar con todas las manifestaciones improvisadas y de  nomadismo, y por otro lado, encontrar un lugar organizado y moderno que cumpliera con los requisitos.

Las aspiraciones españolas eran que sus proyectos de expansión hicieran que Larache se pusiera rápidamente al día como una metrópoli moderna, como una ciudad del siglo XX.

El mercado había sido severamente dañado por el abandono y la marginación, hasta que la Junta de Andalucía decidió repararlo, mantenerlo y rehabilitarlo en la última década del siglo XX, en coordinación con la comunidad urbana de Larache. El proyecto se inició en 1999 y acabó en 2002. El presupuesto de rehabilitación alcanzó más de 9 millones de dírhams (986.000 euros).

Texto: Jesús Cabaleiro