El histórico dirigente de la izquierda marroquí Mohamed Bensaïd Ait Ider fallece a los 98 años
La figura histórica de la izquierda y miembro de la resistencia marroquí, Mohamed Bensaïd Ait Ider murió, a los 98 años, el martes 6 de febrero en el hospital militar Mohamed VI de Rabat.
El fallecido nació en 1925, en la comuna rural de Massa, provincia de Chtouka Ait Baha, estudiando en la Universidad coránica (madrasa) Ibn Youssef en Marraquech. Se implicó desde 1955 en la resistencia al colonialismo, donde fue un referente del ejército de liberación nacional (ALN).
Después de la independencia, el fallecido se involucró en la labor política, donde tras pasar por el partido Istiqlal, fue uno de los fundadores en 1959 de la Unión Nacional de Fuerzas Populares (UNFP).
En julio de 1963 fue acusado por las autoridades de complot contra la monarquía y condenado a muerte en ausencia, tuvo que exiliarse, primero en Argelia y luego en Francia.
En 1981 fue amnistiando y crea, en 1983, la Organización de Acción Democrática Popular (OADP) siendo su presidente hasta 2002.Posteriormente, la OADP se fusiona con otros partidos creando el Partido Socialista Unificado (PSU) de que es su presidente hasta 2005.
Fue elegido diputado en el Parlamento por la región de Chtouka-Ait Baha desde 1984 hasta 2007.
Fue el primer parlamentario en denunciar las mazmorras secretas de Hassan II (1929-1999) en Tazmamart (1973-1991). En 1992 apoyó inicialmente la Kutla, coalición de izquierdas y nacionalistas, entre Istiqlal, USFP y PPS que gobernó Marruecos (1997-2002).
En 2011 muestra su apoyo al movimiento 20 de febrero con motivo de la Primavera Árabe.
En julio de 2015, el rey Mohamed VI le concedió la Orden del Wissan alauita con motivo del decimosexto aniversario del Día del Trono.
En los últimos años se había dedicado a escribir sus memorias sobre su trayectoria política.
La exsecretaria general del Partido Socialista Unificado (PSU), Nabila Mounib escribió en un red social:
"El camarada Mohamed Ben Said Ait Ider ha fallecido, a Dios pertenecemos y a Él regresaremos. Adiós, luchador orgulloso, humilde y sincero que llevó las preocupaciones de su país y de su pueblo, con la pasión de los amantes y con la determinación de los fieles. Tenía los valores de los ascetas, y tenía el carácter de los puros, e inspiró a generaciones y generaciones de luchadores y hombres honestos. Una vela queda iluminando el camino de los que permanecieron agarrados. sobre las brasas... así durmió plácidamente, al lado del sincero e inmortal.”